Para varios grupos civiles y políticos del país, el Metro de Quito es una de las mejores maneras para dar a conocer Quito al mundo. De la misma manera demostrar que Ecuador pasa por un auge económico, aunque superficial, por las constantes fluctuaciones del precio del petróleo. Sin embargo, otros grupos civiles lo ven como una novedad y un importante activo de trabajo.
El Metro puede ser visto como un instrumento político de Alianza País para demostrar que el gobierno en el poder esta haciendo obras significativas y vanguardistas en Quito y el Ecuador entero. Si bien es cierto que esta obra puede terminar siendo fundamental en el sistema de transporte del Distrito Metropolitano y ayudar a la movilización dentro de la ciudad, la verdadera pregunta es, ¿Necesitamos un metro en Quito? ¿Funcionará el metro en Quito?
Diversas personas están a favor del metro, como por ejemplo Gabriela Ramos, quien comenta, “Creo que el metro puede ayudar a llegar al otro extremo del sur en menos de 30 minutos, lo que puede ayudarnos para poder hacer las cosas más rápido y ser más eficientes. También creo que el metro es importante para demostrar que Quito es una ciudad que sigue creciendo y que necesita innovación en la infraestructura. Sobre todo va ayudar a los turistas a manejarse mejor en Quito, porque mucha gente que viene a Quito ya esta acostumbrada a moverse en un sistema similar al metro”.
Sin embargo también hay gente que no esta a favor del metro, como por ejemplo Cristian Mejía quien opina que “El metro no es otra cosa más que un gasto de dinero, al largo plazo el tráfico en Quito seguirá siendo el mismo”; también comenta “la gente es novelera y como ha visto el metro en películas y documentales al principio van a querer utilizarlo, luego cuando la novelería se acaba, ¿que va a pasar? Solo usara el metro la gente que no puede comprar un auto y los que tienen auto, van a seguir usándolo, de todas maneras si lo dejan en el parqueadero sería una inversión mal realizada. La gente que tiene carro lo seguirá usando porque acá el tema de transporte público es mal visto, es visto como un lugar para que los ladrones roben más fácil, también se ve que otros métodos como los buses abastecen a una selecta cantidad de gente, algunas rutas están mal diseñadas y no pueden modificarse; así la gente que tiene auto seguirá en su auto porque se siente más seguro. Como dije antes, el metro no funcionará como el municipio cree. Basta con ver el pico y placa, es lo mismo, la gente compra un segundo auto para poder seguir transitando y cambian de auto según el número de placa”.
Si bien es cierto que el metro ayuda a la gente ir de un extremo al otro de una ciudad, pero sin embargo Quito, una ciudad montañosa, no tiene un suelo apto para la construcción del metro ya que este esta compuesto por diferentes capas de distintos minerales ocasionando que la excavación para la construcción del metro sea más difícil y costosa; también siendo una ciudad rodeada de volcanes y placas tectónicas inestables, la ciudad es más propensa para este tipo de desastres naturales, incrementando así el costo de la construcción.
Según los estudios de Odebrecht, se utilizará una tecnología nueva para poder aprovechar estas fallas y que no sean un problema. Adicionalmente, los estudios que se han dado por parte de los organismos internacionales debieron ser objetivos y realistas frente al proyecto. Por lo cual, no hubieran prestado dinero si no fuese un proyecto viable.
Los habitantes de Quito, en su gran mayoría, piensan que el transporte público no es el más óptimo para movilizarse dentro de la ciudad y al no utilizarlo no contribuyen hacia una reducción del tráfico de Quito. Sin embargo, el metro podría cambiar esa visión negativa, podría hacer que nuevos grupos socioeconómicos de la ciudad también usen el metro para su beneficio, además como menciona Gabriela, el metro probablemente se convierta en un atractivo turístico para la ciudad. Esto a su vez abre las puertas para que un mayor número de personas utilicen el transporte público.
En conclusión, la construcción del metro es necesaria para la ciudad, tal vez no resuelva el problema del tráfico de Quito en su totalidad, pero definitivamente va a ayudar a facilitar y mejorar el sistema de transporte público. Sobre todo puede funcionar para empezar a modernizar el tipo de transporte público que existe en Quito. Además de incrementar el turismo en la ciudad. Es un proyecto vanguardista en el Ecuador y solo podemos esperar que las decisiones sobre su construcción sean las más acertadas y al final funcione para el bien de Quito.
Agradecemos a las personas que ayudaron con sus comentarios y opiniones sobre este tema. A petición de ellos, se ha pedido confidencialidad frente a su identidad, por lo que se han utilizado seudónimos.
Diversas personas están a favor del metro, como por ejemplo Gabriela Ramos, quien comenta, “Creo que el metro puede ayudar a llegar al otro extremo del sur en menos de 30 minutos, lo que puede ayudarnos para poder hacer las cosas más rápido y ser más eficientes. También creo que el metro es importante para demostrar que Quito es una ciudad que sigue creciendo y que necesita innovación en la infraestructura. Sobre todo va ayudar a los turistas a manejarse mejor en Quito, porque mucha gente que viene a Quito ya esta acostumbrada a moverse en un sistema similar al metro”.
Sin embargo también hay gente que no esta a favor del metro, como por ejemplo Cristian Mejía quien opina que “El metro no es otra cosa más que un gasto de dinero, al largo plazo el tráfico en Quito seguirá siendo el mismo”; también comenta “la gente es novelera y como ha visto el metro en películas y documentales al principio van a querer utilizarlo, luego cuando la novelería se acaba, ¿que va a pasar? Solo usara el metro la gente que no puede comprar un auto y los que tienen auto, van a seguir usándolo, de todas maneras si lo dejan en el parqueadero sería una inversión mal realizada. La gente que tiene carro lo seguirá usando porque acá el tema de transporte público es mal visto, es visto como un lugar para que los ladrones roben más fácil, también se ve que otros métodos como los buses abastecen a una selecta cantidad de gente, algunas rutas están mal diseñadas y no pueden modificarse; así la gente que tiene auto seguirá en su auto porque se siente más seguro. Como dije antes, el metro no funcionará como el municipio cree. Basta con ver el pico y placa, es lo mismo, la gente compra un segundo auto para poder seguir transitando y cambian de auto según el número de placa”.
Si bien es cierto que el metro ayuda a la gente ir de un extremo al otro de una ciudad, pero sin embargo Quito, una ciudad montañosa, no tiene un suelo apto para la construcción del metro ya que este esta compuesto por diferentes capas de distintos minerales ocasionando que la excavación para la construcción del metro sea más difícil y costosa; también siendo una ciudad rodeada de volcanes y placas tectónicas inestables, la ciudad es más propensa para este tipo de desastres naturales, incrementando así el costo de la construcción.
Según los estudios de Odebrecht, se utilizará una tecnología nueva para poder aprovechar estas fallas y que no sean un problema. Adicionalmente, los estudios que se han dado por parte de los organismos internacionales debieron ser objetivos y realistas frente al proyecto. Por lo cual, no hubieran prestado dinero si no fuese un proyecto viable.
Los habitantes de Quito, en su gran mayoría, piensan que el transporte público no es el más óptimo para movilizarse dentro de la ciudad y al no utilizarlo no contribuyen hacia una reducción del tráfico de Quito. Sin embargo, el metro podría cambiar esa visión negativa, podría hacer que nuevos grupos socioeconómicos de la ciudad también usen el metro para su beneficio, además como menciona Gabriela, el metro probablemente se convierta en un atractivo turístico para la ciudad. Esto a su vez abre las puertas para que un mayor número de personas utilicen el transporte público.
En conclusión, la construcción del metro es necesaria para la ciudad, tal vez no resuelva el problema del tráfico de Quito en su totalidad, pero definitivamente va a ayudar a facilitar y mejorar el sistema de transporte público. Sobre todo puede funcionar para empezar a modernizar el tipo de transporte público que existe en Quito. Además de incrementar el turismo en la ciudad. Es un proyecto vanguardista en el Ecuador y solo podemos esperar que las decisiones sobre su construcción sean las más acertadas y al final funcione para el bien de Quito.
Agradecemos a las personas que ayudaron con sus comentarios y opiniones sobre este tema. A petición de ellos, se ha pedido confidencialidad frente a su identidad, por lo que se han utilizado seudónimos.