Las elecciones del 23 de Febrero marcaron una clara nueva tendencia en el país o simplemente afirmaron una clara teoría que se venia manejando hace algún tiempo en el Ecuador. Después de la victoria de un gran numero de opositores al gobierno, sobretodo con las derrotas oficialistas en Quito, Guayaquil y Cuenca.
Esta tendencia apegada a las propuestas contra el Presidente Correa marcó claramente la última etapa de las elecciones, ya que en un inicio el panorama para el gobierno se veía alentador tanto en las tres ciudades principales como el resto de ciudades. Sin embargo, conforme la campana pasó los candidatos de Correa perdieron protagonismo y sus rivales tomaron ese liderazgo traducido a las encuestas y posteriormente a la victoria en sus respectivos puestos.
Este resultado se podría analizar en dos aspectos, el primero que la sociedad se encuentra descontenta con el oficialismo en su totalidad y por esto las muestras con las votaciones en contra, mientras que la segunda sugiere que existe un descontento únicamente a nivel local o regional, mas no a nivel general del país y que este descontento se tradujo únicamente a candidatos locales y no se presentaría a nivel del gobierno central. Es importante tener en cuenta que en diversas elecciones Correa fue la figura principal de las mismas, como en Quito y Cuenca; donde, arriesgando su imagen, controló la campaña electoral de los candidatos locales para tratar de convencer al electorado que una votación por AP era una votación por sí mismo.
Las victorias de Rodas, Nebot y Cabrera en las tres ciudades mas importantes del país, Quito, Guayaquil y Cuenca respectivamente marcan una fractura en el electorado ya que como se pudo evidenciar en las elecciones, Quito eligió a un alcalde opositor mientras que la Prefectura se mantuvo bajo control oficialista con un Prefecto Baroja que gano la reelección. La pregunta es si el voto en Quito fue contra Correa o contra Barrera, como podría sugerir la votación por Rodas. Si bien es cierto que este fenómeno se repitió no solo en Quito, sino en otras ciudades del país donde Correa perdió las alcaldías y/o prefecturas, es importante tener en cuenta que en las ultimas elecciones Presidenciales y Legislativas, Alianza País domino a nivel del país y es por esto que logro una mayoría significativa en la Asamblea Nacional.
Es por esto que es difícil sugerir si lo que ocurrió el 23 de Febrero fue una manifestación contra el Presidente Correa o fue un ejemplo de rechazo a autoridades locales, mas no a las del gobierno central. La única conclusión que es segura es que esto fue un llamado de atención al Gobierno por parte del Electorado que exige cambios radicales en el manejo para poder conseguir nuevas victorias electorales ya que sin estos cambios las victorias podrían nublarse llegando a puntos extremos como el 23 de Febrero donde el derrotado se llamó Alianza País y los ganadores se llamaron oposición, aunque dividida y desorganizada en varios partidos, pero oposición.
Este resultado se podría analizar en dos aspectos, el primero que la sociedad se encuentra descontenta con el oficialismo en su totalidad y por esto las muestras con las votaciones en contra, mientras que la segunda sugiere que existe un descontento únicamente a nivel local o regional, mas no a nivel general del país y que este descontento se tradujo únicamente a candidatos locales y no se presentaría a nivel del gobierno central. Es importante tener en cuenta que en diversas elecciones Correa fue la figura principal de las mismas, como en Quito y Cuenca; donde, arriesgando su imagen, controló la campaña electoral de los candidatos locales para tratar de convencer al electorado que una votación por AP era una votación por sí mismo.
Las victorias de Rodas, Nebot y Cabrera en las tres ciudades mas importantes del país, Quito, Guayaquil y Cuenca respectivamente marcan una fractura en el electorado ya que como se pudo evidenciar en las elecciones, Quito eligió a un alcalde opositor mientras que la Prefectura se mantuvo bajo control oficialista con un Prefecto Baroja que gano la reelección. La pregunta es si el voto en Quito fue contra Correa o contra Barrera, como podría sugerir la votación por Rodas. Si bien es cierto que este fenómeno se repitió no solo en Quito, sino en otras ciudades del país donde Correa perdió las alcaldías y/o prefecturas, es importante tener en cuenta que en las ultimas elecciones Presidenciales y Legislativas, Alianza País domino a nivel del país y es por esto que logro una mayoría significativa en la Asamblea Nacional.
Es por esto que es difícil sugerir si lo que ocurrió el 23 de Febrero fue una manifestación contra el Presidente Correa o fue un ejemplo de rechazo a autoridades locales, mas no a las del gobierno central. La única conclusión que es segura es que esto fue un llamado de atención al Gobierno por parte del Electorado que exige cambios radicales en el manejo para poder conseguir nuevas victorias electorales ya que sin estos cambios las victorias podrían nublarse llegando a puntos extremos como el 23 de Febrero donde el derrotado se llamó Alianza País y los ganadores se llamaron oposición, aunque dividida y desorganizada en varios partidos, pero oposición.