Hace algunos años, en una intensa discusión con una brillante profesora sobre las obligaciones de un municipio, ella nos dejó una idea básica de finanzas pública. Los municipios deben ser siempre responsables con los gastos que incurren, puesto a que este es dinero recaudado de la gente y no se puede utilizar de una manera inadecuada.
Esta idea ha sido una base de los gastos de los municipios y de órganos similares en el mundo. Sin embargo, al pasar el tiempo, esta idea se ha confundido, en donde se ha priorizado al ahorro, y justificado que este viene de la mano con eficiencia en construcción de obras.
Normalmente este tema no se habla teóricamente, sino que es expresado libremente por parte de la ciudadanía sin saber que proviene de un problema mayor. El costo social. Este es muy ignorado hoy en día por parte de los diferentes niveles de gobierno. Si observamos la forma en las que se realizan obras por parte de los municipios en el país, vemos una prioridad a minimizar costos (tanto en mano de obra, materiales, planificación, etc) para ‘ahorrar’ dinero a la ciudadanía. Como tal, esto parece ser el común objetivo de los municipios. ¿Dónde está el problema? El problema está en las consecuencias.
Para ejemplificar, tomemos la repavimentación que se está realizando actualmente en Quito de la vía Interoceánica. Primero, consideremos que se realizaron varios mantenimientos durante la alcaldía de Augusto Barrera de esta vía, para dejarla lista cuando se inaugura el intercambiador del bañista, lo cual significa que en 2012 ya se realizaron adecuaciones a esta vía. Segundo, después de 3 años, se está repavimentando toda la vía Interoceánica más o menos desde el nivel del peaje del túnel Guayasamín hasta, suponemos, el intercambiador del bañista. Tercero, consideremos que se está primero retirando todo el asfalto viejo para colocar nuevo, rehabilitando totalmente la vía en cuestión. Antes de cualquier análisis, consideremos un supuesto para enfatizar la crítica. Supongamos que el municipio de Quito está realizando este proyecto optimizando totalmente los costos de la obra y la decisión de romper todo el trayecto de la vía era más barata que hacerlo por pequeños tramos.
Con estos puntos claros, suponemos que el municipio de Quito ha realizado un extenso trabajo analizando el problema de la vía, llegando al punto de tomar la decisión de rehabilitar totalmente antes de darle mantenimiento. Además, suponemos que tomó la mejor decisión con el contratista para trabajar en el día para reducir costos al municipio y realizar la obra más ‘eficientemente’. ¿Cuál es el problema entonces?.
Todo este problema recae en que no se está evaluando detenidamente el tan mencionado costo social de las personas. Es decir, estas adecuaciones en la vía han causado un problema para la gente que solo puede utilizar esta vía para llegar a su hogar. Se causa problemas de tiempo todos los días, que causa que las personas deban modificar sus horarios para poder ir a sus destinos, causando molestias en las personas. Los carros sufren daños cuando se pasa por una vía de esta naturaleza, en donde hay mucha irregularidad en la vía y varias partes del carro pueden dañarse. Ahora en tiempo de lluvias, es un problema grande el tener tanta tierra en las vías que pueden causar derrape y deslizamientos involuntarios de los automóviles. Esto solamente mencionando unos cuantos costos sociales.
No creemos que se han pensado detenidamente puesto a que no están realizando estos trabajos en la noche, no se consideró tal vez hacer esto por tramos para molestar el menor tiempo posible a los moradores del sector y además solo se rompió una parte de la vía, lo cual significa que falta el otro tramo totalmente y no se sabe cuándo se empezarán la pavimentación como tal de la vía. Pero esto no es problema de la actual alcaldía; esto lo vivimos desde hace ya algunas alcaldías donde no han tenido consideración del costo social. Todo está en la desesperación por hacer muchas obras visibles y no las que realmente se necesitan.
Entendemos que es un problema duro de evitar, puesto a que siempre va a haber gente disgusta con que se hagan este tipo de obras cerca de su casa. Aceptamos que existe un problema también de tolerancia por parte del ciudadano, como nosotros, que siempre parece tener la mejor solución del problema. Sin embargo, si cuestionamos de la manera de cómo se han ignorado poco a poco estos temas vitales para un municipio y se ha confundido ahorro con hacer la obra más barato posible en el menor tiempo posible.
Fabricio Villamar (@fabovillamar) nos dio una clara respuesta sobre este tema, y se encierra en un concepto claro de calidad de gasto. Inicialmente, el actual alcalde de Quito, Mauricio Rodas empezó con pavimentación y mantenimiento de vías por la noche, lo cual aplaudimos en su tiempo. Sin embargo, se acabó como cualquier ‘moda’ y se desistió a hacer trabajos en la noche, lo cual pensamos puede ayudar mucho en la continuación de esta rehabilitación de la vía. No somos expertos en el tema, pero sabemos que esa opción se dejó de hacer porque es siempre más cara. Recalcamos, y no lo hubieramos podido decir tan elegantemente como lo expuso Fabricio Villamar: está todo en la calidad del gasto.
Aclaración: tomamos el ejemplo de la repavimentación de la vía Interoceánica simplemente porque es el ejemplo más actual que podemos observar donde hay problemas. Nuestra posición sobre la actual alcaldía es irrelevante para esta opinión.
Normalmente este tema no se habla teóricamente, sino que es expresado libremente por parte de la ciudadanía sin saber que proviene de un problema mayor. El costo social. Este es muy ignorado hoy en día por parte de los diferentes niveles de gobierno. Si observamos la forma en las que se realizan obras por parte de los municipios en el país, vemos una prioridad a minimizar costos (tanto en mano de obra, materiales, planificación, etc) para ‘ahorrar’ dinero a la ciudadanía. Como tal, esto parece ser el común objetivo de los municipios. ¿Dónde está el problema? El problema está en las consecuencias.
Para ejemplificar, tomemos la repavimentación que se está realizando actualmente en Quito de la vía Interoceánica. Primero, consideremos que se realizaron varios mantenimientos durante la alcaldía de Augusto Barrera de esta vía, para dejarla lista cuando se inaugura el intercambiador del bañista, lo cual significa que en 2012 ya se realizaron adecuaciones a esta vía. Segundo, después de 3 años, se está repavimentando toda la vía Interoceánica más o menos desde el nivel del peaje del túnel Guayasamín hasta, suponemos, el intercambiador del bañista. Tercero, consideremos que se está primero retirando todo el asfalto viejo para colocar nuevo, rehabilitando totalmente la vía en cuestión. Antes de cualquier análisis, consideremos un supuesto para enfatizar la crítica. Supongamos que el municipio de Quito está realizando este proyecto optimizando totalmente los costos de la obra y la decisión de romper todo el trayecto de la vía era más barata que hacerlo por pequeños tramos.
Con estos puntos claros, suponemos que el municipio de Quito ha realizado un extenso trabajo analizando el problema de la vía, llegando al punto de tomar la decisión de rehabilitar totalmente antes de darle mantenimiento. Además, suponemos que tomó la mejor decisión con el contratista para trabajar en el día para reducir costos al municipio y realizar la obra más ‘eficientemente’. ¿Cuál es el problema entonces?.
Todo este problema recae en que no se está evaluando detenidamente el tan mencionado costo social de las personas. Es decir, estas adecuaciones en la vía han causado un problema para la gente que solo puede utilizar esta vía para llegar a su hogar. Se causa problemas de tiempo todos los días, que causa que las personas deban modificar sus horarios para poder ir a sus destinos, causando molestias en las personas. Los carros sufren daños cuando se pasa por una vía de esta naturaleza, en donde hay mucha irregularidad en la vía y varias partes del carro pueden dañarse. Ahora en tiempo de lluvias, es un problema grande el tener tanta tierra en las vías que pueden causar derrape y deslizamientos involuntarios de los automóviles. Esto solamente mencionando unos cuantos costos sociales.
No creemos que se han pensado detenidamente puesto a que no están realizando estos trabajos en la noche, no se consideró tal vez hacer esto por tramos para molestar el menor tiempo posible a los moradores del sector y además solo se rompió una parte de la vía, lo cual significa que falta el otro tramo totalmente y no se sabe cuándo se empezarán la pavimentación como tal de la vía. Pero esto no es problema de la actual alcaldía; esto lo vivimos desde hace ya algunas alcaldías donde no han tenido consideración del costo social. Todo está en la desesperación por hacer muchas obras visibles y no las que realmente se necesitan.
Entendemos que es un problema duro de evitar, puesto a que siempre va a haber gente disgusta con que se hagan este tipo de obras cerca de su casa. Aceptamos que existe un problema también de tolerancia por parte del ciudadano, como nosotros, que siempre parece tener la mejor solución del problema. Sin embargo, si cuestionamos de la manera de cómo se han ignorado poco a poco estos temas vitales para un municipio y se ha confundido ahorro con hacer la obra más barato posible en el menor tiempo posible.
Fabricio Villamar (@fabovillamar) nos dio una clara respuesta sobre este tema, y se encierra en un concepto claro de calidad de gasto. Inicialmente, el actual alcalde de Quito, Mauricio Rodas empezó con pavimentación y mantenimiento de vías por la noche, lo cual aplaudimos en su tiempo. Sin embargo, se acabó como cualquier ‘moda’ y se desistió a hacer trabajos en la noche, lo cual pensamos puede ayudar mucho en la continuación de esta rehabilitación de la vía. No somos expertos en el tema, pero sabemos que esa opción se dejó de hacer porque es siempre más cara. Recalcamos, y no lo hubieramos podido decir tan elegantemente como lo expuso Fabricio Villamar: está todo en la calidad del gasto.
Aclaración: tomamos el ejemplo de la repavimentación de la vía Interoceánica simplemente porque es el ejemplo más actual que podemos observar donde hay problemas. Nuestra posición sobre la actual alcaldía es irrelevante para esta opinión.