Este artículo está dedicado a las teorías de Sherry Ortner de cómo la mujer construye su identidad en una sociedad masculina. Ortner expone que existen tres tipos de problemas que vinculan a la mujer dentro esta sociedad. 1. El hecho universal de que en todas las sociedades se asigna a la mujer un estatus de segunda base. 2. Las ideologías, simbolizaciones y ordenaciones socio-estructurales concretas relativos a la mujer, que tanto varían de una cultura a otra. 3. Los detalles observables sobre el terreno de las actividades, aportaciones, poder e influencia de las mujeres, que suelen variar de acuerdo con la ideología.
Estos problemas, discute Ortner, están orientados a la universalidad de la subordinación femenina, porque existen elementos ideológicos, culturales, de funciones, tareas y productos a sus medios sociales, que tienen menos prestigio que el concedido a los hombres. También por atribuirles una cualidad contaminante, por ser el primer padre de familia que está a cargo de los hijos, lo que les influencia a los niños a ser como deben ser para llegar a la adultez. Además que con suma consecuencia existen ordenamientos socio-culturales que excluyen a la mujer de participar o tener contacto con determinadas esferas sociales donde se supone que residen los poderes sociales.
Ortner expone que los machos de las distintas especies tienen algo genéticamente que hacen que sea de modo natural el sexo dominante, y en consecuencia, las mujeres no están solo naturalmente subordinadas, sino en general muy satisfechas con la situación, dado que se les ofrece protección, y la posibilidad de maximizar los placeres maternales. Ortner explica que el hombre, al carecer de funciones naturales creativas debe afirmar su creatividad de modo exterior, a través del medio formado por la tecnología y los símbolos. Las mujeres tienen creatividad en su cuerpo femenino, porque se ocupa de los procesos relativos a la reproducción de la especie; y la conciencia de la mujer, se evidencia en el hecho de que acepta su propia condición y desvalorización, por consecuencia adopta el punto de vista de la cultura. Es decir, el hombre es propietario natural de la religión, ritual, política, y otras esferas de acción y de pensamiento cultural.
Ortner continúa diciendo que, la cultura normalmente intenta poner en su control a la naturaleza para poder usarla en sus propios términos y para sus propios fines. Como la naturaleza es la mujer y la cultura es el hombre, entonces como consecuencia el hombre manipula a la mujer para poder conseguir sus beneficios a cambio.
En general, Ortner expone un claro énfasis en el machismo que ha existido en la sociedad mundial y como esta ha sido vista al pasar de los años. Sin realmente un cambio por parte de la cultura mundial a estos temas. Si bien la autora es bastante clara en que es justo estos pensamientos los que afectan a la desigualdad e ignorancia social, no deja claro en como deben romper estos esquemas las mujeres.
Es por esto justamente que nacen y existen estos movimientos feministas. Los movimientos feministas que quieren pelear por sus derechos de igualdad de género, para salir de este estilo de vida que tiene más de tres milenios, porque siempre se le otorga el plan de ser la reproductora de la especie y del cuidado de los futuros adultos de la especie. Cuando dentro del género femenino existe tanto potencial para cambiar los paradigmas del mundo. Su creatividad, inteligencia, habilidad de solucionar problemas y empatía son las características que les hace puramente esenciales para el futuro del mundo.
Actualmente el país presenció la Marcha de las Putas, una marcha dedicada a la protesta contra las violaciones de derechos contra la mujer y su vulnerabilidad frente al sexo opuesto que ha dominado constantemente el tablero. Son estas marchas que, considerando todo el pasado vivido, reclaman en respeto e igualdad pendiente que la sociedad debe otorgar. Sin embargo esta marcha no tuvo el impacto deseado. Sin embargo, el problema con esta marcha no es nada más y nada menos que la aplicación de la misma, aunque vemos que es una manera de llegar a las personas cada vez en mayor intensidad.
Ortner es una activista feminista extrema que explica de la manera más exagerada posible de cómo la mujer ha sido marginada y no se opone a dicha subordinación y posición social. Pero ella explica que las mismas mujeres no se ponen de acuerdo para poder intentar llegar a un igualdad de género que tanto anhelan. Ella propone una revolución cultural femenina que no sea a través de manifestaciones sin coherencia o protestas sin sustento que pierden importancia a lo largo del tiempo. Por el contrario, ella explica que esta revolución debe ser dirigida a los propios hombres; educandolos para que vean que las mujeres son igual o mas fuertes, que tienen sus mismas capacidades, entre otros aspectos. Ortner espera que estas enseñanzas se conviertan en palpables, no mediante manifestaciones sino por una competición sana laboral y social, donde ambos géneros tengan la oportunidad de ejercer en los mismos trabajos con las mismas condiciones.
Ortner, concluyó felicitando a las mujeres alegando que por su lucha se han alcanzado grandes metas, sin embargo, ficticias y se debe continuar peleando por estos derechos. Es un camino difícil pero no imposible. Los hombres tienen un papel importante en este avance, porque empiezan a entender el verdadero problema y han empezado a apoyar estos movimientos. La sociedad como conjunto debe pelear por los derechos igualitarios para todos.